La crisis económica que atraviesa el país es uno de los mayores engaños que ha sufrido la sociedad obrera en el siglo XXI. La especulación que los gobernantes y los sectores privados más conservadores del sistema capitalista promueven hace que poco a poco se termine con el estado del bienestar que tanto nos ha costado lograr.
¿Que argumento utilizan los grandes beneficiarios de esta vorágine neoliberal, para que los más desfavorecidos del sistema tengan que pagar el desaguisado que ellos cometieron, lucrándose con los esfuerzos y sacrificio de la clase trabajadora?
La dictadura económica a la que nos están sometiendo, hace que muchas familias estén viviendo bajo el umbral de la pobreza. Que esto ocurra en un país de los llamados civilizados, democráticos o del primer mundo, me parece que és una vergüenza para la ciudadanía.
Tenemos a unos dirigentes, que nos engaña continuamente, nos hace falsas promesas y se cree poseedor de la verdad absoluta. Sus argumentos para justificar las subidas de impuestos y los recortes en el área de sanidad o educación, basados en un supuesto beneficio común para el global de la sociedad son una burla a la ciudadanía. Nos ven como un rebaño de ovejas al que deben guiar si tener en cuenta que somos humanos con criterio y opinión, con sentimientos e ideas. Si nuestras ideas no son como las suyas, parece ser que los equivocados somos nosotros.
¿Qué futuro nos espera de seguir por ahí? ¿El de una sociedad donde la pobreza alcanzará un nivel elevado y los mas poderosos aumentarán sus fortunas bajo el auspicio de los políticos y los poderes financieros?
Quizá deberían preguntarnos, ¿que queremos para el futuro? Una sociedad donde unos pocos deciden para el resto, con independencia de las consecuencias o una sociedad más equitativa, donde los más castigados por la crisis tengan una salida para que no caigan a la más pura miseria.
Hoy en día entre los más desfavorecidos tenemos a los ancianos y las familias en las que todos sus miembros están en paro forzoso, gracias a los políticos araneros, que no les proporcionan la mas mínima ayuda desde el Estado.
El conjunto de la sociedad tiene muy patente que la actual situación económica tiene una trayectoria bastante larga y la travesía puede tener vientos poco favorables para la recuperación económica y de la decencia de los valores éticos y morales, que son los grandes perdedores de nuestra era. La voluntad inexistente de arreglar la crisis mundial queda patente en las cumbres que organizan los países ricos para doblegar aquellos que son más pobres.
Rafa Joplin